Oviedo, la capital de la región, es una ciudad mediana muy comercial (cerca de 200,000 de habitantes) con una vida cultural activa. Es la casa de algunas de las ruinas pre-románicas más importantes de España, la universidad de Oviedo, los Premios del Príncipe de Asturias, y la Catedral Gótica de San Salvador. Sobre todo, su ubicación central es ideal para explorar el resto de Asturias. Dentro de una media hora en cada dirección usted está sobre una playa o en las montañas, y el hecho de que es un centro de transporte lo hace fácil escaparse del ajetreo ocasionalmente sofocante.
Ovetenses toman con gran orgullo su ciudad, adornándolo con esculturas, protegiendo fachadas antiguas, poniendo zonas de parques naturales durante toda la ciudad, y teniendo el gran cuidado en mantener la aparición de la ciudad en general.
La ciudad ha sido acreditada ambos a escala nacional e internacionalmente para sus calles sin desperdicios. Por la limpieza de los ciudadanos.
Si hablamos de uno de los corazones de la vida social en Oviedo, corazón que coincide con su principal pulmón urbano, compuesto de centenares de árboles centenarios, nos estamos refiriendo al Parque de San Francisco. Escenario de juegos de los niños de generaciones enteras de ovetenses, lugar de encuentro de enamorados, paseo tranquilo para la edad madura, o sólo tránsito obligado en el centro de Oviedo. Está cerca de todo, tiene la geometría de un trapecio, natural y gigantesco, de 90.000 metros cuadrados. Sus aristas cuadran prácticamente con las coordenadas más céntricas de la urbe, y su interior atesora millones de anécdotas en su boyante vejez, que más bien es una juventud continuada de naturaleza a raudales. Sus rincones ciudadanos han sido domesticados y estilizados al máximo, en armonía con una foresta que tampoco ha crecido en estado salvaje en ningún caso. El Parque se extiende ordenada y civilizadamente, limpio y frondoso.
Oviedo encuentra en este espacio natural una representación básica y esencial de los prados verdes que lo asaltan por los cuatro costados. Como si el centro de Oviedo hubiese contraído una deuda con el paisaje del bosque, se convierte a la vez en reserva de árboles como carbayones o robles verdaderamente emblemáticos de la zona.
El Parque debe su nombre al antiguo convento de franciscanos que tuvo su origen en este antiguo bosque, donde, según se cuenta, San Francisco de Asís descansó durante su peregrinación a Santiago. Parte del bosque estaba ocupado por un huerto que cultivaban los monjes, y todo el entorno, que constituía el límite de la ciudad, dependió del convento hasta la desamortización de 1816, año que fue donado a la Universidad, que lo transformó en jardín botánico.
Oviedo, además de ser una ciudad, limpia y hermosa es un lugar donde la comida es excelente. Si deseas disfrutar de una buena comida, Oviedo es un lugar perfecto para deleitar vuestros paladares con los mejores platos asturianos. Así, hoy os vamos a presentar un pequeño listado de restaurantes que debéis visitar.
En Oviedo vas encontrar todo tipo de platos, comidas que combinan distintos estilos y formas de hacer gastronomía. En esta ciudad puedes degustar platos novedosos, pero que no olvidan sus raíces asturianas. Chorizos a la sidra, Pote Asturiano, Fabada Asturiana. Cómo podrás ver hay platos para todos los gustos .nosotros preparamos unos chorizos a la sidra estuvo delicioso buen provecho suerte.
INGREDIENTES
- Cuatro chorizos de Villasola semifrescos.
- Media botella de sidra natural.
- Una hojita de laurel.
PREPARACION :
Cocemos los chorizos en la cazuela con la sidra y la hojita de laurel. Dejamos los chorizos durante unos 15 minutos ó poco más, es importante pincharlos un poco para ayudar a que vayan soltando la grasa con el calor y lo sacamos para cortarlos en rodajas. Lo colocamos en una fuentita o ser posible en cazuelita de barro con el caldo caliente que nos sobra al cocerlos.
Publicado por Julio TávaraN
